May 9, 2022
Una jardinera con flores adorna el frente de la casa de Delia y Andres Reyes en Scottsbluff. Fue construido e instalado por su hijo, Edgar, para darle vida y belleza cuando se mudaron al nuevo hogar.
Al igual que la caja del jardín, Edgar aportó vida y felicidad dondequiera que iba.
Edgar tenía un gran amor por todos, incluso los que no conocía”, dijo su madre Delia.
Edgar era dedicado como padre, esposo, hijo y hermano, y su prioridad era su familia.
Edgar participó en competencias de boxeo con sus hermanos menores, ganando varios honores y premios. Amaba el aire libre, pasar tiempo acampando, pescando y creando recuerdos con sus dos hijos. Edgar era un carpintero habilidoso. El construía y pintaba regularmente, haciendo columpios en el porche, casitas para mascotas de madera, a menudo para regalárselas a sus seres queridos.
Edgar era conocido por su gran corazón y por hacer gestos amables por los demás; eso incluía dar el regalo de la vida al final de la suya.
Edgar salvó tres vidas cuando se convirtió en héroe donante en el 2019. Sus receptores son padres y abuelos. La donación de Edgar le dio a cada uno de ellos más tiempo con sus seres queridos y la posibilidad de volver al trabajo y disfrutar de sus actividades favoritas.
Cuando la familia de Edgar supo que podía ayudar a otros a través de la donación, nunca dudaron de lo que Edgar hubiera querido. Siempre le decía a su familia que, si algún día se le presentaba la oportunidad de donar un órgano por alguna enfermedad en la familia, lo haría sin pensarlo dos veces.
“Era el sueño de Edgar ayudar a su prójimo. Ahora, un pedacito de nuestro hijo está dando felicidad en la vida de los demás”.